La abracé y
acto seguido la coloqué el collar que compré para ella, después puse un cálido
beso en su cuello, la miré a los ojos y la dije: Te quiero. - Eso no cambia nada, me contestó.
Una lágrima
pugnaba por salir a la superficie, la enjugué como pude y retruqué a mi vez: -Eso
no cambia nada, te seguiré queriendo.
Se zafó de
mi abrazo y se alejó de mi sueño y de mi vida.
O amor... ninguém o tira de dentro da gente...
ResponderEliminarBeijo