sábado, 23 de enero de 2016

Mi ceguera



Toc toc, voy caminando por la calle atento solo al sentido del oído, la vista la perdí para mi desgracia hace bien poco. Camino a tientas, no me acostumbro ni creo poder hacerlo por mucho entrenamiento que tenga; estoy ciego, es la dura realidad y todavía no soy capaz de asumirlo.

El accidente que me dejó de esta manera es reciente en el tiempo, a pesar de las recomendaciones de mis amigos, la desesperación campa a sus anchas muy a menudo, más de lo que puedo soportar. Me hablan, me aconsejan, me marcan nuevas directrices para que me vaya haciendo a mi nueva vida y a la minusvalía que me va a acompañar por los restos. Siempre me muestran las posibles ventajas que voy a tener, pero no les termino de creer. ¿Cómo pueden videntes enseñar a un ciego?

Antes de ayer, conocí a un ángel, pues así tiene la voz, cantaba junto a mí una bella canción, una bella melodía centroeuropea, no entendí la letra pero todo lo demás me llevaba hasta la gloria. Me acerqué a ella, tanteando la tomé de las manos y la dije que por fin tenía una ilusión. – Por favor, sé mi amiga.- Ese fue todo mi afán, ella me miró y me sonrió al despedirse de mí.

Todavía aguardo su  respuesta.


1 comentario:

  1. Interessante história de vida retratada com tanto simbolismo...
    Um beijo

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