Creo
que ya lo he dicho en alguna ocasión que mi libro de cabecera en mi infancia
fue Las aventuras de Tom Sawyer de
Mark Twain. Una vida en un pequeño pueblo con excitantes aventuras y ganar el
amor de Becky. ¡Qué más podría desear!
Sencillamente
acudir a mi propio funeral, ni más ni menos. Según pasa el tiempo me excita más
la idea. No por mi familia, dios me libre.
No me gustaría ver su sufrimiento, solo sería por el morbo que me daría
observar a mis ex.
Algunas
ya me habrán olvidado ¿Jose Antonio Qué? – No lo conozco o no le recuerdo.-
contestarían la mayoría. Otras sencillamente le trairía al pairo la noticia.
Pero luego me gustaría ver si hay genuino dolor en ellas.
¿Y
qué decir de tus conocidos? Aún recuerdo cuando llegué al mi trabajo, al poco
falleció uno de los directores, debía de ser un tipo honrado fuera del “corralito”
que tienen montado el resto. Y más cuando al día siguiente el trabajo no se
interrumpió, un leve comunicado por correro electrónico y santas pascuas, si te
he visto no me acuerdo. Sus objetos personales introducidos en una bolsa a
disposición de su familia.
¿Seré
merecedor de alguna lágrima auténtica? No lo tengo muy claro, desde luego en mi
trabajo a pesar de mi interes en agradar a mis compañeros e incluso ser algo
más que el chaval simpático que reparte la valija y tiene soluciones para todos
los problemas, mi actividad sindical hace que me haya creado muchos enemigos.
Me
preocupa más que mis obras se queden inconclusas, mi blog, afortunadamente,
tiene un testaferro, no quedará como otros muchos sin un final, sin una nota
del porqué de repente las entradas cesaron de repente y espero que mi albacea
también dé la noticia en el Facebook. Hay que ser precavido.
¡Hola José Antonio! No sé por qué pero te noto un poco pesimista. No olvides que después de la tempestad siempre viene la calma. Si obras bien y tienes tu conciencia tranquila, más tarde o más temprano, la felicidad llamará a tu puerta.
ResponderEliminar¡Buenas noches y dulces sueños!