Terrible situación la que teníamos encima,
estábamos en Agosto de 1976, por lo que nos encontrábamos en medio de un
complot para asesinar a al rey y su familia, cuando apenas llevaba nueve meses
de reinado.
Después de un tiempo que se nos hizo eterno,
terminaron de componer aquellas maquinas infernales que servirían para sus
negros propósitos y se marcharon dejándolas allí mismo.
No perdimos el tiempo, enseguida y casi sin
tomar las precauciones de seguridad, bajamos la
escalera y salimos pitando hacia el pueblo.
- ¿Y ahora qué hacemos?
- Hay que llamar a la policía.-
Dijo Juan
- Tonto el haba, en el campo no
hay policía, aquí manda la guardia civil.- Contesté para su disgusto,
enmendándole de nuevo.
- Si ¿Pero quien se atreve? Yo no
pienso hacerlo, luego vienen los malos y te matan a ti y a tu familia.
- Que cagueta eres, mañana mismo
me acerco a Rascafría al cuartelillo a poner la denuncia. Le dije.
Tras una mirada feroz de su parte nos
despedimos, yo, galante, acompañé a las chicas hasta sus respectivas casas,
deteniéndome muy especialmente en la puerta de María, sabía que faltaba muy
poco para que nos ennoviáramos, por lo que procuré que la despedida fuera lo
más cordial posible.
Al día siguiente los hechos se desencadenaron
velozmente, después de mi asistencia al cuartelillo, hubo mucho movimiento de
las fuerzas del orden, el pueblo quedó alborotado y en todas las esquinas se
formaban corros comentado lo sucedido, aunque apenas nadie sabía lo que estaba
pasando.
Mi pandilla por mucho que me buscaron, no
lograron encontrarme, parecía que una boca del infierno se abrió dentro de la
casa cuartel, pues durante ese día, no di señales de vida por ningún lugar.
A la mañana siguiente, en la plaza frente al
ayuntamiento, encontré a la pandilla reunida rodeando a Juan que con aires de
enterado, explicaba toda la historia que al parecer, sus primos mayores le habían
hecho saber.
- Pues sí, resulta que Jose pegó el petardazo
del siglo, al parecer los hombres del molino eran técnicos de televisión,
estaban rodando un documental de Félix Rodríguez de la Fuente, a quienes
denominaban “el jefe” y el Rey al que iban a asesinar, no era más que el Búho
real, protagonista del documental, en el episodio que iban a rodar en el
molino, donde habían encontrado un nido, iban a introducir a una comadreja para
que devorase al búho y a su prole, ja ja y el tontaina este, va y los denuncia
a la guardia civil, vaya puro que le ha caído.
- En ese momento, hice acto de presencia,
causando gran expectación ni llegada, todos de pronto permanecieron callados,
algunos compadeciéndome, otros, alegrándose en su interior.
- ¿Qué, cómo te han dejado el culo? Vaya
azotaina que te debieron de dar.
Ante este saludo, eché mano al bolsillo y
saqué un sobre con membrete oficial, saqué de él una hoja y extendiéndola con
gran pompa y circunstancia, di comienzo a su lectura.
- Del Ministerio de la Gobernación
y tal y tal, tengo a bien agradecerle su inestimable colaboración, sin la cual
los enemigos de la patria, seguirían campando libremente, intoxicando a nuestro
bien más preciado: la juventud, firmado: Rodolfo Martín Villa. ¿Qué, como se te
queda el cuerpo señor don Juan Bernal?
La explicación es muy sencilla,
efectivamente, los personajes misteriosos eran técnicos de televisión que
estaban rodando un documental, pero al acudir la guardia civil y en el primer
momento de confusión, comenzaron a
registrarles a ellos así como al Land Rover que los transportaba, encontraron
una ciclostil y multitud de octavillas ya impresas, al parecer pertenecían a
una peligrosa célula de orientación comunista-maoísta, por lo que fueron
detenidos allí mismo y trasladados a la Dirección General de Seguridad de la
Puerta del Sol, bajo los cargos de pertenecía a partidos ilegales y tenencia y
distribución de propaganda subversiva.
En el futuro la posesión de esta carta y el
“affaire” de la peluca de Carrillo, me abrieron muchas puertas en mi lucha por
entrar en la policía.
- ¿Cómo dijo que se llamaba de
apellido su amigo de la infancia?
- Bernal, bella Lola, Bernal, no
te engañas, efectivamente es el Bernal que todos conocemos, siempre creciendo a
mi sombra esperando su momento, que por desgracia llegó.
- Por lo que veo, ese fue su
primer contacto con el búho, ja ja.
En las puertas del Búho Bizco en ese momento
estacionaba una furgoneta de Multiflora y de ella salió un joven que portaba un
espectacular ramo de rosas rojas.
- Por cierto, bella Lola ¿Dónde
está Margarita Ricci?
- Salió con Jota para celebrar su
cumpleaños ¿No se había enterado que era hoy precisamente?
- Maldito Jota, un día seré yo el
que vaya por delante.
- Buenas tardes, traigo este ramo
para Margarita Ricci.- Nos interrumpió el repartidor de la floristería.
- Deja aquí las flores, las
encargué yo. – Le dije, acompañando el gesto con la extracción y dación de un
billete de diez euros.
Estoy muy orgulloso de mi brazo derecho, en
las practicas de tiro, era de los mejores del cuerpo, los pulsos no se me dan
nada mal y mi caligrafía es superior, a todo este currículo le tengo que añadir
la habilidad para hacer un lanzamiento perfecto de seis metros del ramo de
rosas hasta el cubo de basura.
No he vuelto, solo paso para saludarte. Como siempre una delicia volver a reencontrarme con estos viejos personajes y con tu impecable narrativa. Un abrazo.
ResponderEliminarqué coña gastas, Jose, vuelta de tuerca tras vuelta de tuerca, del presente al pasado y de nuevo al presente, como las muñecas de Carrillo, y todo, el hombre, la Tierra, el búho, Félix, tan bien engrasado; muy divertido.
ResponderEliminarQué tendrá esta Margarita Ricci que trae a tantos hombres de cabeza?
ResponderEliminarPobres técnicos de televisión todo el tiempo "cazando" tomas para la genual serie, el hombre y la tierra y van y los atrapan como a pajarillos...
ResponderEliminarPor cierto, “Margarita se llama mi amor...una chica, chica, chica, pum / del calibre "183" ”. Cancionero de Himnos y marchas.
Un abrazo artista.
PD. Nieves en madrileña ;D
No se habla de otra cosa: Jota y Margarita, Margarita y Jota. Y un ramo de flores, flores que no eran rosas...jejeje...el inspector debería de contratar a Bernal para el trabajo de campo.
ResponderEliminarMagnifico desenlace!.
Un abrazo
jeje, nunca sabes lo que te puedes pasar cuando las frases tiene mas de un sentido. Besos.
ResponderEliminarGosto muito da tua escrita e do período a que te referes. Parecido com a história do meu país embora tenha nascido depois desses tempos :(
ResponderEliminarContinua a deliciar-nos com estes momentos.
Abrazo.
Ah... Jose... você sempre genial... eu gostei muito desse conto.
ResponderEliminarUm beijo carinhoso.
J y Pepe tienen mucho en común, no solo la atracción que sienten por M. Ricchi, sino también en el magnífico estilo de manejar un colt, mientras apuntan directamente al folio en blanco o (de manera simbólica...) al corazón de cualquier dama :)
ResponderEliminarun final perfecto y totalmente imprevisible.
felicidades por este relato.
un abrazo