lunes, 1 de noviembre de 2010
O_tro_toño
Uno más por Alameda. aunque pasado por agua y viento
Bella estampa de una novilla.
Pocos ejemplos de antiguas construcciones van quedando, que pena.
Como ya no hay matanza, los helechos crecen en las laderas, sin que los cosechen en septiembre.
Como dice el refrán, por los santos, nieve en los altos.
En la dehesa las avileñas aprovechan el sabor de la nueva hierba que por fin reverdece.
Mucha niebla, nubes, agua y silencio, sobre todo un silencio que lo llenaba todo.
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Preciosas imágenes, un pueblo super tranquilo. Me gusta
ResponderEliminarOi, Jose Antonio! Que lugar encantador... umas fotos tão relaxantes...
ResponderEliminarTenha uma ótima semana, querido!
Beijos ternos.
Bonitas imágenes, Jose. Bonitas y melancólicas. Personalmente me estimula más el cielo azul y un sol amarillo y abrasador.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola José, imágenes que hablan sobre su belleza y yo, disfrutando del silencio de sus palabras. Un abrazo.
ResponderEliminarEs cierto, las fotografías son muy bonitas y sobre todo, naturales y reales. Me gustaron mucho: contemplarlas y saber de tus paseos por las sierras de Ávila.
ResponderEliminarsaludos.
Hola José Antonio.
ResponderEliminarYo si que tengo exceso de obligaciones prueba que se me ha pasado comentar este estupendo post de fotos tradicionales, veo que la niebla es inseparable del lugar, me gusta la niebla porque le da a las fotos ese aspecto enigmatico.
Un abrazo.