Lo recuerdo como si fuera ayer, tras ver en televisión como Estados Unidos lanzaba otra nave de la misión Apolo, pregunté a mi padre:
- Papá, ¿España ha mandado algún cohete a la Luna?
- Si, hemos mandado uno.
- ¡Ah! ¡Que bien! ¿Y como se llama la nave?
- El curamilitar
- ¿El curamilitar?
- Si hijo, hemos puesto un cura y encima un militar y así, con todos los curas y militares que hay en España, hemos conseguido llegar a la Luna.
Por supuesto que tardé varios años en comprender la ironía que conllevaba la respuesta, digna de los chistes apócrifos de La Codorniz, en aquél instante sólo comprendí que mi padre me estaba embromando y poco más.
Viene esto al caso, que otra vez tuve una inquietud parecida y no me atreví a preguntar a mi padre, el caso es que en la televisión de esa misma época, aparecían noticias de un peligroso delincuente con un nombre raro, como de pueblo, que se llamaba Eleuterio y además acompañaban al nombre diciendo que era “Alias El Lute”. Bueno, en esto si me atreví a preguntar, esta vez a mi madre, por el significado de la palabra “alias”, suponía que no era parte de su apellido, pues yo recordaba que un cierto ministro al que mi padre, no sé por qué, le llamaba el carnicerito de Málaga (igual es que tenía una carnicería), por lo que estaba claro que Arias no era el apellido del afamado Eleuterio, mi madre rápidamente me indicó que “alias el Lute” era el mote de este personaje.
Satisfecha mi curiosidad por esta parte, me corroía una duda, ¿por qué un señor que para la tele era el más abyecto criminal, para mi padre y muchos padres de mis amigos era poco menos que un héroe? El mundo al revés, el ladrón es bueno y la policía es la mala, mal vamos, esos no son los valores que nos iban inculcando, ¡que diría mi profesor de Formación del Espíritu Nacional! La verdad es que no diría nada, o que diga lo que quiera, es una “maría” más, de las que se aprueban sin estudiar.
Pasados los años, recordé con añoranza, cuando iba a manifestaciones, más o menos autorizadas y corría delante de los grises, como en el verano en la sierra, al antiquísimo juego del rescate, le habíamos rebautizado como jugar “ al Lute”, no hay que decir que todos queríamos ser el Lute, el Toto y el Lolo, estos últimos nos enteramos que eran sus hermanos y por supuesto, nadie quería ser de los grises que tenían que perseguirles, desde luego el régimen político que agonizaba, sin quererlo, había hecho un nudo en la horca.
Ese verano vinieron desde Alemania unos chavales a veranear a Alameda, nos quedamos de piedra al comprobar que allí, en el mismo lugar donde mi padre estuvo de emigrante y nos querían tan mal, pues no nos votaban en Eurovisión, ¡le conocían!, además se rumoreaba en los círculos paternos, que el susodicho Eleuterio, podría estar camuflado de emigrante en la mismísima Alemania.
¡Que tipo más genial! Mi generación creció admirando los logros de el Lute, sus fugas, eran nuestras fugas y sus capturas nos dolían a todos, su ascensión a la vida universitaria y el título de abogado nos ilusionó y cuando por fin salió en libertad, sentimos su libertad como nuestra, como si otro dictador hubiera fallecido.
El Toto y el Lolo, es verdad, ya no me acordaba.
ResponderEliminarRecuerdo aquella época, Jose. Lo más curioso es que El Lute tenia la tenia la facultad de la ubicuidad. Estaba en todas partes, raro era el pueblo que no aseguraba que el Lute había estado escondido por sus alrededores. Aún recuerdo a mi madre: "oye, que no salgas que me ha dicho una vecina que en la peluquería estaban diciendo que el Lute ese de la tele está en le pueblo de al lado y viene para acá"
Un abrazo
Se trataba de despistar, era El Lute o ellos, aquellos que eran como estos pero un poco, sólo un poco, más fachas y si no hubiera existido lo habrían creado para mayor gozo de los súbditos.
ResponderEliminarTotal, por una gallina, por pasar hambre, hicieron de él un símbolo inolvidable.
Hola José Antonio.
ResponderEliminarEn aquellas fechas ocurrían peores cosas pero el Lute era una buena cortina de humo para entretener a las masas. Toros, fútbol y Lute.
Recuerdo esa foto en la portada del desaparecido "el caso"
un abrazo.
Bueno ya estoy por aquí (soy envoltura). Gracias por enlazarme con tu blog y por ser tan agradable...
ResponderEliminar¿qué pasó el 26 de febrero? estoy leyendo tus datos personales y escribes que en esa fecha ocurrió un giro radical de 180º? supongo que sería lo suficientemente intenso como para comenzar a escribir y dejar constancia de tus ideas y pensamientos de este modo tan certero y claro, que a tantos nos gusta.
He ojeado todo tu blog, por cierto el fondo de pantalla (no sé si se llama así), qué tipo de árbol es? las últimos fotografías corresponden a las lluvias de la primavera pasada, también vuestro rio se desbordó? pero no entró en las casas... me alegro por vosotros.
Un saludo.
Sin duda, el cambio fue muy, muy significativo. Los economistas y filósofos se empeñan en contar la misma historia: toda crisis sobre todo económica, supone un cambio en la sociedad que repercute en las personas... por tanto, tus dificultades y complicaciones han dado como fruto lo que eres ahora, en el presente: una persona observadora, que valora los pequeños detalles y de ahí, tus relatos.
ResponderEliminarUn saludo y brindo por los años que te quedan por vivir... como decía el bolero.
Saludos.