jueves, 21 de octubre de 2010

Jodido lunes

Jodido lunes, las mismas prisas, las mismas caras de sueño, la línea 6 atestada de gente que corre por agobiantes pasillos que conducen a interminables escaleras mecánicas, donde por no se que estúpida costumbre tienes que ir por el lado derecho, esperando la fila interminable de gente para acceder, mientras, el lado izquierdo está para que cuatro individuos con prisa suban o bajen por ellas, ¡ay del que les estorbe en su tránsito! Son capaces de arrojarles de un empellón, escaleras abajo; por lo que como un sueco más sigo la fila de gente que se desplaza disciplinadamente ¡beeee!

Salgo a la calle evitando en lo posible a los futuros padecedores de cáncer e infartos, que angustiosamente rebuscan en sus bolsillos, en ellos sacan, poco más que encendidos el cilindro que me hará toser según salgo del centro de la tierra; y pensar que hasta hace poco, me encontraba en su misma situación, me alegro de no tropezar en la misma piedra, gato escaldado, del agua fría huye.

Nada, no hay manera todas las esquinas de las calles, están llenas de vehículos aparcados de manera inverosímil, a guardabarros tocantes, ¿se habrá generalizado el invento, para desplazar de manera transversal las ruedas y poder aparcar moviendo el coche perpendicular a la acera? No hay otra explicación, salgo al asfalto y tengo que esquivar otros vehículos cuyos conductores me increpan, ¿por qué no andas por la acera? Eso mismo quisiera yo, pero todos los coches forman ahora una barrera infranqueable, a riesgo de dejarme enganchado el fondillo del pantalón, me atrevo a pasar entre dos coches por fin.

Casi llegando a la oficina, observo con indignación, cómo dos motoristas de la policía municipal o algo así, pues van uniformados como ellos, aunque en su espalda pone, agente de movilidad, sancionan a todos los coches que están mal aparcados en las esquinas, pobrecillos, comento para mí, si es que no hay sitio para aparcar y estos tíos, parece que disfrutan poniendo multas, olvidándome de la contradicción de mis sentimientos, pero es que no es plato de buen gusto, encontrarse una “receta” sujeta del parabrisas y en el fondo soy más bien un espíritu trasgresor, en el rescate, siempre jugué del lado de los ladrones, nunca con los policías, me viene a la cabeza algo de El Lute, me suena que hace poco pensé en este individuo, pero no me acuerdo el porqué.

Y es que uno siempre tiene algo rondando en la cabeza, el Atleti, los chicos, el chiste que me contaron, que si no llego los meses a fin de sueldo, el maldito Tuerto que me lleva por la calle de la amargura, ficho y le digo a mi compi:

- Buenos días.Menos mal que ya es jueves.


6 comentarios:

  1. Hola José Antonio.
    Agente de movilidad? yo creo que son agentes de recaudación porque ayudar a la movilidad sólo ayudan a que los que tienen el tikec caducado circulen para que aparque otro y pase por caja.
    Mientras a su alreredor discurre el caos circulatorio y los delincuentes habituales.
    Mira con que estilo se plantan desafiando al infractor de la zona de estacionamiento!!
    Un abrazo

    El relato muy descriptivo y dinamico.

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  2. En mi pueblo no hay agentes de movilidad ni metro, y apenas tenemos dos o tres semáforos en la carretera, para presumir de modernos más que nada. Pero sí hay lunes. Y también son jodidos

    Un abrazo

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  3. Muy buen relato, aunque yo donde vivo no tenemos esa aglomeración que hay en la capital (gracias a dios). Un besote Jose Antonio.

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  4. José Antonio, ¿cómo estás? pero, los lunes también se los puede tomar uno como si fueran martes, ¿no te parece? Hoy nos has despachado una de realismo, esupendo. Un abrazo
    Primitivo

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  5. Espero que no todos los días de tu semana laboral sean como los fatídicos lunes o esto es un tópico?

    También los fumadores lo tienen cada vez más complicado: ya no podrán fumar ni fuera o en los alrededores de determinados recintos públicos... un parque, un colegio, un centro de salud...

    Muy bien escrito, como siempre un placer leerte. He encontrado a Bajo una coliflor, luego paseré a saludarle. (gracias, por mantener tus amistades).

    saludos.

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  6. Hola José, hasta al viernes yo no me atrevo decir, menos mal, por qué yo lo suelo pasara mal los jueves, no sé por qué, no lo he averiguado todavía pero siempre que tengo un mal día suele ser un jueves. Un abrazo.

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