domingo, 15 de mayo de 2011

Liberando libros



La semana pasada, paseando por el paseo del Prado, me encontré este libro que había sido liberado, Río de tinieblas de James Grady, un libro de espías que si bien te engancha el primer capitulo, en el quinto abandoné su lectura, perdido en farragosas descripciones de personajes que no aportaban nada a la historia o más bién la embrollaban cada vez más.

Creo que es una simpática acción y voy a partir de ahora a dejar mis própios libros, habiendo ganado la battalla el e-book que me regalaron y ante la tardanza de hacerme millonario con la primitiva, para así poderme comprar una casa más grande, donde tener una habitación para mí con una hermosa estantería donde exponer con orgullo todas las adquisiciones de tantos años.

Así que aprovechando mi paseo matinal de los domingos, he procedido a su liberación en la avenida de Daroca, junto a un parque, en el banco donde descanso al trancurrir una hora del paseo, eso sí lo que más temía sucedió, no había dado tres pasos cuando me gritaron: ¡Eh! que te dejas el libro.


3 comentarios:

  1. suele pasar..
    piensa q a lo peor es una señal para q lo termines, quién sabe

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  2. Si es que todavía queda gente honrada Jose!
    Besos

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  3. Hola José Antonio.
    Ayer encontre un libro se estos "liberado",lo habían dejado encima de una moto así que no me senti moralmente obligado a adoptarlo y pense que al estar en un sitio particular alguién lo dejo para una persona en concreto y quise respetar esa intención.
    Un abrazo.

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