domingo, 21 de marzo de 2010

El primer beso

Hacía calor aquel día, un calor húmedo que presagiaba tormenta, jugábamos en pandilla a juegos ya olvidados, de pronto todo el agua del mundo se vino a precipitar sobre la tierra, todo el mundo buscó resguardo en cualquier sitio que pudiera evitarles una buena mojada, tú tiraste de mi mano hacia tu casa, bueno más bien era la casa de mi abuela que tus padres habían alquilado para ese verano.
Nos resguardamos en el salón y te abrazaste a mí, creí que buscabas protección ante el ruido de la tempestad, pero de pronto sentí tus labios en los míos, en ese momento empecé a temblar como si uno de los rayos que estallaban en el entorno, hubiese hecho blanco en mis piernas, sus padres estaban a punto de llegar de Madrid, y ese pensamiento me hacía temblar aún más.
Creo que la tormenta no duró mucho tiempo, no recuerdo eso, la cabeza me daba mil vueltas y el corazón apenas podía sujetarse dentro de mi pecho, después, escampó y afortunadamente la casa se llenó de nuestros compañeros de juegos que acudían a la casa una vez terminada la tormenta, nos miramos con una sonrisa cómplice y nos separamos justo a tiempo al oír el motor del coche de sus padres.







1 comentario:

  1. Me gusta. Me solidarizo con los sentimientos que expones en este relato. Un beso

    ResponderEliminar

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails