martes, 6 de julio de 2010

Hambre

Hambre, el primer recuerdo de mi vida que tengo es hambre, un hambre atroz que me corroe por dentro, es difícil explicar a alguien que no lo haya padecido como es el hambre, creo que lo difícil no es explicarlo, sino entenderlo, en todo caso no es un sentimiento, es un estado de vida, en tu mente sólo cabe una palabra: comer y todo lo demás es accesorio, todos tus actos están encaminados en llevarte algo de comida a la boca para callar los gritos que profiere tu estómago.

Mi madre me dijo que tuve suerte cuando nací, ese año la frágil cosecha de la que dependíamos dio para un invierno sin agotar las reservas, los pechos de mi madre no se agotaron y conseguí ver la primavera, no como mis otros hermanos que nacieron antes y después de mí, aunque en la memoria de mi madre se borraron, mueren tantos niños que al final sólo puedes gastar fuerzas para los vivos.

En una vida privada de juegos, lo primero que aprendes es a sobrevivir rebuscando en los basureros de los más afortunados, esos que son capaces de comerse una patata desechando las mondas, ¡vaya derroche!

Mi único momento alegre del día es cuando duermo pues sueño, sueño con comida, no me falta, como hasta hartarme y soy feliz.



 

1 comentario:

  1. Como me duele que seamos tan consumistas...con lo que nosotros tiramos cada día, cuantos niños podrían sobrevivir al hambre. Tremendo. Que injusta es la vida, que según donde nacemos tenemos ya posibilidades o no de morir.

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