miércoles, 7 de julio de 2010

Responso

Como todos los días, me he despertado y no recuerdo lo que he soñado, estoy espeso, sería alguna tontería, noto la garganta y los labios secos, que raro, por más que paso la lengua por ellos, siguen igual y la garganta no mejora, hay un viejo remedio que me enseñó mi madre que era pensar en limones recién cortados, pero tampoco surte efecto, bueno, me levantaré que ya es hora, seguro que no habré oído el despertador.

Caramba, esto no me lo esperaba, por más que lo intento no puedo incorporarme, será algún calambre, pero no, tampoco puedo mover los brazos, a ver si mantengo la calma, esto no me había pasado nunca, respiro hondamente, miro mi brazo derecho y le ordeno que se mueva…

Esto ya me preocupa, estoy como paralizado, no consigo mover ningún órgano de mi cuerpo, por más que lo intento no consigo ningún resultado, llevo ya un rato así y ya no se me ocurre nada, de pronto la noto a ella, me zarandea, me llama pero no la oigo, por sus gestos creo que me está chillando, pero mi parálisis me debe estar afectando al oído pues a pesar que ella mueve la boca y pone gestos de desesperación no consigo entender lo que me está diciendo, intento mover un brazo para agarrarla y sentir su contacto, para decirle que estoy bien, que pida ayuda, pero sigo sin conseguirlo.

Después de un tiempo aparecen unos sanitarios que me rodean y me insertan aparatos médicos que intentan explorar mi cuerpo, me intentan hablar pero tampoco les oigo, intento hablarles también, para que me digan que es lo que me está pasando, estoy preocupado, tengo una opresión en el pecho terrible, mi falta de comunicación con los demás me lleva a un estado de agobio, me siento prisionero dentro de mi propio cuerpo y de sus limitaciones.

El tiempo transcurre lentamente sin cambios, pasa mucha gente a mi lado, pero ya no les hago caso, de vez en cuando intento moverme, pero cada vez son menos los intentos, me siento muy cansado y abatido, ojalá pudiera llorar, pero hasta eso lo tengo vedado.

Así transcurre todo el resto del día y de la noche, sigue pasando gente, me preocupa ella cada vez más, no para de llorar, cada vez más abatida, pasa por delante de mi vista desconsolada, a veces se abraza a mí y son otras personas las que la tienen que incorporar del lecho donde estoy y la intentan consolar en vano, cada vez que pasa a mi lado sigo forzando mi mente, intentando asirla, para decirle que estoy bien, que esto es un mal sueño y que todo pasará pronto, pero no lo consigo, me desespero más y más ¿Dios, qué me está pasando?

Con el amanecer llega un sacerdote con el viático, ella llora desconsolada a su lado ¡estoy vivo! ¡no lo necesito! ¿es que no os dais cuenta? Me doy cuenta horrorizado de lo que viene a continuación, los deudos me introducen en un ataúd, intento zafarme de ellos desesperadamente pero no consigo moverme un ápice, ¡soltadme!, ¡dejadme de nuevo en la cama! Intento gritar otra vez, pero ni un solo sonido es capaz de emitir mi garganta.

Al cabo llegamos al camposanto y me introducen en una oscura fosa, en aquel momento me sentí encanecer de terror y desesperación, ¡no me dejéis aquí, por favor! Pero nadie oye ya mis suplicas llorosas

Ne recordéris peccáta mea, Dómine.Dum véneris iudicáre sæculum per ignem.. Dírige, Dómine, Deus meus, in conspéctu tuo viam meam.. Dum véneris iudicáre sæculum per ignem.Réquiem ætérnam dona ei, Dómine, et lux perpétua lúceat ei .Dum véneris iudicáre sæculum per ignem.

Kyrie, eléison, Christe, eléison. Kyrie, eléison.

Es increíble pero empiezo a oír, el sacerdote en el borde de la fosa canta con voz monótona el responso en latín, ¿me estaré recuperando? Pero la tapa del ataúd se cierra ya y siento las primeras paletadas de tierra caer sobre mi.

A porta ínferi.Erue, Dómine, ánimam eius.Requiescat in pace.Amen.Dómine, exáudi oratiónem meam.Et clámor meus ad te véniat. Dóminus vobíscum.Et cum spíritu túo.

Orémus: Absólve, quæsumus, Dómine, ánimam fámuli tui ab omni vínculo delictórum: ut, in resurrectiónis glória, ínter Sanctos et eléctos tuos resuscitata respíret. Per Chrístum Dóminum nostrum.Amen.

¡Os equivocais!,¡sacadme de aquí!, ¡estoy vivo! ¡estoy vivo!

Réquiem ætémam dona ei, Dómine. Et lux perpétua lúceat ei . Requiescat in pace. Amen. Anima eius et ánimæ ómnium fidélium defunctórum per misericórdiam Dei requiéscant in pace.

¡ESTOY VIVO!



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