No a la guerra

No se que eufemismo utiliza el gobierno sobre la estancia de nuestro ejercito en Afganistán, para mi que los hemos mandado a una guerra, lo tengo claro sobre todo viendo las imágenes del otro día en el telediario, creo que rodadas por nuestros soldados, de pronto les atacan (con balas de verdad) ellos responden (con balas de verdad) y además piden ayuda al amigo americano, que bombardea las posiciones enemigas (con bombas de verdad) y mata a todos los que atacaban al convoy español, estos, ante la muerte del ¿enemigo?, chillan alborozados : “ joderos hijos de puta”.



Blanco y en botella, estamos en guerra contra alguien; y eso no es lo acordado, no somos una fuerza de interposición como en Yugoslavia o Líbano, vamos allí a atacar y matar a un enemigo a meternos en un avispero que históricamente de allí no salieron bien parados ni británicos ni rusos, por lo que las fuerzas del imperio y sus adláteres corremos el riesgo de perpetuar la sangría en esa tierra.



Sobrecogen los gritos de la abuela de la última victima española: a mi nieto le engañaron, le mandaron a una guerra que no quería ir, nos estarán engañando al resto de los españoles, ¿vamos a una guerra que no queremos ir?



Todos hemos visto los anuncios de Del Bosque, Concha Velasco y Ferrán Adriá, en la que nos enseñan a un ejército muy distinto, casi idílico, sin armas, sin enemigo, sin riesgo, que está para ayudar a la humanidad, vale es pura utopía, pero entonces ¿porqué llevarlo a diez mil kilómetros a luchar?, yo digo : NO A LA GUERRA.